miércoles, 29 de febrero de 2012

Crítica a la ética argumentativa de H. Hoppe.




Dos esclavos conversaban sobre le ética de la argumentación. Después de haber hablado un rato, el primero, que se mostraba escéptico, decidió contar lo siguiente:


A: En un pueblo lejano a esta ciudad, la gente tiene una creencia extraña, dicen que Dios no les permite la prostitución. El anterior domingo discutí con una de las mujeres de éste pueblo y no pude convencerla de la propiedad de su cuerpo y de que es su decisión usarlo o no para la prostitución. Me respondió que su cuerpo era también propiedad de Dios.
Qué te dice eso sobre la ética argumentativa de Hoppe?

B: Solamente me dice que pueden existir una variedad de “éticas” sobre la Tierra. Además, las mujeres de ese pueblo lo hacen voluntariamente.

A: Déjame cuestionar tu idea de “voluntariedad” antes que nada. Una mujer de ese pueblo no es libre de prostituirse puesto que al día siguiente perdería toda aceptación, hasta el punto en el que nadie le vendería nada y tuviera que irse del pueblo. Pero eso no es todo, poco a poco el rechazo a la prostitución se ha ido filtrando en sus leyes y ahora muchos de sus jueces castigan la prostitución con represalias físicas. Te cuento, la mujer del barrio argumentaba intensamente. Según Hoppe, no puedo argumentar en contra de los derechos de propiedad sin caer en una contradicción.

B: Es verdad, dado que al argumentar, las partes tácitamente aceptan la propiedad del individuo sobre su cuerpo, si no fuera por ésta, no se podría argumentar. El argumentar contra los derechos de propiedad es una contradicción “dialéctica”1, pongámoslo así, entre el individuo que habla y su naturaleza.

A: Bueno, te reto a que me señales donde está la contradicción en lo siguiente:
La prostitución debe ser prohibida y las prostitutas apedreadas.

B: Ok, déjame hacerte unas preguntas. ¿Las prostitutas son seres humanos?

A: Si

B: ¿Los seres humanos actúan?

A: Si

B: ¿Para actuar, es imprescindible tener una ética?

A: Si

B: ¿La ética es defendible en términos argumentativos?

A: Si, aunque debes ampliar tu concepto de “términos argumentativos”.

B: Con términos argumentativos me refiero a un análisis racional expresado de manera que el prójimo pueda entenderlo.

A: Entonces no, no todas las éticas son defendibles mediante análisis argumentativo racional. Pero continuemos, me parece que el tema de la prostitución es clave.

B: De acuerdo, la siguiente pregunta sería si la prostituta es capaz de argumentar.

A: Si

B: Entonces, la prostituta es dueña de su propio cuerpo. Aún si lo vende, desde la ética, no es juzgable de ninguna manera, pues está ejerciendo su derecho de propiedad.

A: No existe tal derecho de propiedad para ella en el pueblo vecino, puesto que su cuerpo es suyo en cuanto no lo use en contra de los mandatos de Dios, que, como te dije, se han filtrado en una ley que goza de total popularidad. Y, bueno, el castigo aceptado para la prostitución es la lapidación.

B: Habría que probar argumentativamente que los mandatos de Dios no se contradicen dialécticamente con la propiedad sobre el propio cuerpo.

A: Y, ¿Cómo quieres comprobarlo, mediante una argumentación racional?

B: Mnn.

A: Sólo quería hacerte caer en cuenta que le ética argumentativa de Hoppe es esencialmente ateísta.

B: …Es verdad, pero hasta donde yo sé, tú y yo somos ateos. Hoppe no deja otra salida que el ateísmo, pero esto no es una crítica racional a sus postulados.

A: Entonces, regresemos a lo que mencionaste sobre los derechos de propiedad. Explícame la supuesta contradicción de negar los derechos de propiedad.

B: ¿Te parece una contradicción argumentar que no se puede argumentar?

A: Si, pero debo señalar que es una contradicción de diferente índole que el decir que “no existe el individuo”, por ejemplo.

B: Justamente, te has adelantado. Argumentar que no se puede argumentar es una simple contradicción argumentativa, en la que chocan las partes del argumento en sí, mas no con la naturaleza del ser humano. Sin embargo, el decir “no existe el individuo” es una contradicción que va más allá del argumento, choca con la naturaleza del ser humano que se deja ver por el simple hecho de que la persona, equivocada, haya podido decir “no existe el individuo”.

A: Tienes razón, el individuo existe, si pudiera agradecería a Hoppe por demostrar esto de una nueva manera.

B: Pero no solamente aquello, si el individuo no tuviera el derecho presupuesto de usar su propio cuerpo, no pudiera argumentar. Y el tema no termina ahí, los derechos de propiedad bajo el principio lockeano del primer ocupante también son justificables de la misma forma, cito a Hoppe para que quede claro, lo leo en inglés para evitar confusiones:
     “Furthermore, it would be equally impossible to sustain argumentation for any length of time and rely on the propositional force of one´s arguments if one were not allowed to appropriate in addition to one’s body other scarce means through homesteading action, and if such means and the rights of exclusive control regarding them were not defined in objective physical terms. For if no one had the right to control anything at all except his own body, then we would all cease to exist and the problem of justifying norms simply would not exist. Thus, by virtue of the fact of being alive, property rights to other things must be presupposed to be valid. No one who is alive could argue otherwise”. 2(versión en español al final)

A: Es en éste punto donde creo que la crítica se vuelve ineludible. El argumento de Hoppe se puede dividir en dos partes, la primera alude a los derechos de propiedad sobre el propio cuerpo y utiliza la naturaleza del ser humano (revelada en la argumentación) para probarlo. La segunda parte defiende los derechos de propiedad sobre cosas externas al propio cuerpo bajo el principio del primer ocupante.

B: Es cierto.

A: La naturaleza de los dos argumentos es crucialmente distinta, la primera se basa en un hecho, la existencia del individuo que argumenta. La segunda, en cambio, señala la necesidad de la existencia de ciertos factores para que sea posible argumentar. La primera es sustentada por la dialéctica entre la naturaleza del que argumenta y el hecho de su argumentación. La segunda se apoya en que, supuestamente, para existir se necesitan los derechos de propiedad (si no existieran, dice Hoppe, no podría darse la supervivencia y no se viera el problema de tener que justificar normas), déjame citar una frase del siguiente párrafo del texto:
“Neither we, nor our forefathers, nor our progeny could, do, or will survive then and now if one were to follow this rule. In order for any person-past, present or future-to argue anything it must be possible to survive then and now, and in order to do just this property rights cannot be conceived of as being timeless and nonspecific regarding the number of people involved” 3
Con, “this rule”, se refiere a la regla de “late-comers assumed to have ownership claims to goods.”

B: Tienes razón, la mecánica de los dos argumentos es diferente, el segundo es ligeramente pragmático. Sin embargo, creo que tú y yo estamos de acuerdo con que la total ausencia de derechos de propiedad llevaría a la extinción.

 A: No te adelantes, sólo quería señalar que el segundo argumento necesita de una descripción lógica de los pasos necesarios para que se dé lo que el mismo argumento pronostica (que para sobrevivir y argumentar, necesitamos derechos de propiedad). Ésta diferencia ya lo vuelve falible.

B: La lógica que mencionas existe, y puede ser determinada a priori, no creo que sea necesario describir a un economista libertario como tú la forma en la que los derechos de propiedad permiten la supervivencia de la raza humana.

A: Sin embargo, desde éste punto de vista, Hoppe se equivoca al creer que su argumento justifica los derechos de propiedad libertarios, puesto que su argumento descansa en la supervivencia y en la existencia.
Digamos, por ejemplo, que el mundo vive con un impuesto del 50% sobre todo tipo de propiedad adquirida bajo el principio del primer ocupante. ¿La existencia y la supervivencia del ser humano se ven amenazadas? No. Hoppe argumenta que los derechos de propiedad adquirida bajo el principio del primer ocupante son éticos en la medida en que éstos son necesarios. Sin embargo, no son necesarios de ninguna manera, la humanidad ha demostrado que la civilización puede perdurar, desarrollarse y progresar con derechos de propiedad parciales. No es obligatorio cruzar al lado empírico para probarlo: no hay razón a priori para pensar que sin derechos de propiedad libertarios, la humanidad no pueda perdurar, desarrollarse y progresar, es decir, existir y establecer una plataforma metafísica (porque también es metafísica), social y económica en donde pueda coexistir el individuo.
La segunda parte del argumento de Hoppe (la que se refiere a la defensa de derechos de propiedad sobre cosas externas al individuo mediante el principio del primer ocupante) justifica sólo parcialmente los derechos de propiedad. Aún así, ésta no podría ser presentada en contra de un comunista sin acompañarla con los cientos de argumentos económicos, sociales y psicológicos que desacreditan la total ausencia de los derechos de propiedad.

B: A diferencia de la primera parte del argumento de Hoppe, que señala la existencia del individuo categóricamente y  la propiedad de éste sobre su propio cuerpo… Tienes razón, la segunda parte del argumento es diferente y debe ser justificada describiendo una mecánica que señale porqué los derechos de propiedad sobre cosas externas bajo el principio lockeano permiten la existencia. Sin embargo, en una sociedad que vive bajo un impuesto del 50%, es el 50% que se le otorga a la gente y que no es expropiado el que sirve de pilar y sostiene a la sociedad entera.

A: Pero eso no es un argumento a favor de un 0% de expropiación (a menos que se acepte caer en el consecuencialismo). Peor aún, si el paradigma válido para derivar derechos se basara en aquello que permite la existencia y nada más, entonces se podrían defender las siguientes ridiculeces:
     La supervivencia del ser humano está dada por su capacidad de comer y asimilar nutrientes de la comida. Sin comida, el ser humano no puede existir ni actuar. Entonces, dado que el hombre existe, debe existir también el derecho a la comida.
O,
     La supervivencia de la raza humana depende completamente de su capacidad reproductiva, el ser humano existe y, como toda raza, busca su permanencia basándose en este hecho. El ser humano debe tener un derecho a reproducirse, de lo contrario (y esta vez sí) todos dejaríamos de existir.

Segunda Parte.

Habían caminado ya casi una hora, el muelle comenzaba a recibir sus transeúntes nocturnos, botellas de ron, guitarras, algunos turistas atrevidos, el mar a un lado y la vieja ciudad al otro. B andaba silencioso, su compañero le había demostrado que la ética argumentativa no defiende efectivamente la apropiación original4. Entonces, A decidió continuar la conversación.





A: ¿Dónde crees que está alojada la lógica?

B: … En la mente del ser humano.

A: Exacto, que bueno que coincidamos en eso. La lógica no existe sino dentro de la mente del hombre, no es algo que flota en el aire o que cae del cielo.

B: Creo saber a dónde vas con eso. Sin embargo, la argumentación es inherentemente apegada a la lógica.

A: ¿Cuántas lógicas existen?

B: Una sola. Si no fuera así, no pudiera darse la ciencia, y tampoco pudiera argumentar un japonés en una conversación con un alemán y un latinoamericano.

A: Es cierto. Entonces cuéntame si crees que John Manyard Keynes, Carl Marx o incluso Jean Baptiste Lamarck elaboraron sus teorías erróneas sin usar la lógica.

B: No, de hecho usaron la lógica, como dije, la argumentación está inherentemente apegada al uso de la lógica. En el caso de las teorías erróneas, podría decirse que les faltaron datos, conocimiento o incluso visión y no pudieron advertir ciertas contradicciones en sus teorías.

A: Entonces podría decirse que el ser humano argumenta, ya sea para describir su entorno o para defender su ética, pero ésta argumentación no tiene que ser por naturaleza no-contradictoria. Por el contrario, lo más común es que sea contradictoria5.

B: Si, el ser humano argumenta, al igual que actúa.

A: Bueno, la argumentación se da gracias a la posesión del lenguaje, la mente, la boca, la lengua, el esófago y las cuerdas vocales. Digo posesión, no propiedad, creo que la diferencia es grande puesto que la segunda implica un derecho.
Entonces, la argumentación está dada.6

B: El texto de Hoppe señala que puesto que la argumentación es, entonces aquello que favorece la existencia de ése hecho también debe ser. No veo nada malo en eso.
     “By being alive and formulating any propositions, one demonstrates that any ethic except the libertarian private property ethic is invalid. If this were not so and late-comers had to have legitimate claims to things or things owned were defined in subjective terms, no one could possibly survive as a physically independent decision-making unit at any given point of time. Hence, no one could ever raise any validity-claiming proposition.”7

A: Es un error creer que se puede dar la vuelta a la ecuación. La argumentación es, con o sin derechos de propiedad sobre el cuerpo. Éstos derechos son una construcción a posteriori de la que no depende la argumentación, pues ésta la antecede. Se equivoca Hoppe al escribir “One could never act and propose anything unless private property rights existed prior to a later outcome”8.
Te recuerdo que ahora mi acercamiento es diferente puesto que ya no es mi objetivo criticar la relación entre la ética argumentativa y la apropiación original.

B: Si, de eso ya hablamos.

A: Te pregunté ¿dónde se encuentra la lógica? porque mi intención es señalar que la ética argumentativa no es natural y los derechos que de ella puedan deducirse de ninguna manera son “naturales”.  
La argumentación no presupone la propiedad sobre el propio cuerpo. La argumentación solamente presupone posesión del cuerpo, o la existencia del individuo. La forma a través de la cual se deduce esta propiedad, incluso por Hoppe en su texto, es mediante el uso de la lógica. Dado que la lógica existe dentro de la mente del ser humano, es un error creer que el uso de la lógica es un mandato de la naturaleza.

B: Sin embargo, a lo largo de ésta conversación hemos coincidido en que le ética es defendible en términos argumentativos, y después en que la argumentación es inherentemente apegada a la lógica.

A: La ética puede ser defendible en términos argumentativos, pero éstos no son precisamente racionales: ¿Por qué no puedo mentir?-porque te vas al infierno (existe lógica en esto). Casi siempre, el ser humano plantea su ética mediante mecanismos psicológicos, culturales, racionales o irracionales muy complejos, de manera que es difícil “naturalizar”.
Creer que lo natural es derivar la ética mediante un proceso racional de análisis de la argumentación (que como máximo justificaría el derecho sobre el propio cuerpo, no sobre cosas externas) es una reducción antropológica descabezada.

B: Pero, a diferencia de otros tipos de derechos, los derechos naturales son una deducción lógica de un hecho de la realidad.

A: No es mi intención defender esos “otros tipos de derechos”. Solamente señalar que, en primer lugar, no es natural deducir los derechos “lógicamente”. En segundo lugar, la lógica no existe fuera de la mente humana, sino dentro de ella. En tercer lugar, las proposiciones que hace el ser humano generalmente no son fruto de un profundo análisis racional. En cuarto lugar, la lógica y la racionalidad coexisten dentro de la mente humana junto con cientos de otros perfiles de nuestra naturaleza. Estos cuatro argumentos están relacionados.

B: Mnn, pero la ética argumentativa, por lo menos en lo que se refiere a los derechos de propiedad de un individuo sobre su propio cuerpo, es la única defendible racionalmente sin contradicciones.

A: Si, pero los derechos que plantea como respuesta a lo que descubre la ética argumentativa no son de ninguna manera “naturales”. En fin, no es más que un acto de fe el creer que la ética natural es la que se justifica racionalmente.
La naturaleza humana es mucho más difusa que eso. Déjame poner un ejemplo. ¿Has ido al estadio?

B: Si

A: ¿Has visto a los fanáticos pelearse, insultarse, unirse, apoyarse, glorificar al equipo, y odiar a los fanáticos del otro bando?

B: Si

A: Crees que lo que están haciendo es anti-natural.

B: No. Ya sé cuál es tu punto. Unos verdaderos “derechos naturales” deberían contemplar la totalidad de la naturaleza humana, no solamente la posesión de nuestros cuerpos y nuestra capacidad racional.

A: Exacto, y has mencionado algo importante, los seres humanos tienen una “capacidad”, completamente volitiva, de ser racionales. Mas no es la totalidad de su naturaleza el ser racionales. Digamos, un verdadero “derecho natural” contemplaría, entre otras cosas, la agresividad humana, y, bajo tal régimen de justicia, todos tendríamos derecho a dar una patada al prójimo una vez al día.

B: Pero eso iría en contra de otro hecho natural, la existencia del individuo y la posesión de sobre su cuerpo.

A: Entonces se puede deducir que, aunque algún día la neurobiología, la psicología, la praxeología, la antropología y todas las otras ciencias relacionadas por fin develen el núcleo de la naturaleza del hombre y sus distintas consecuencias, nunca podría existir un “derecho natural” propiamente dicho. Puesto que la naturaleza humana, además de ser difusa, se contrapone y choca, no es de mecánica coherente como una ecuación matemática.
Reedificando los derechos naturales, podría decir que de la acción humana no sólo se pueden derivar éstos derechos naturales, sino también la violación de los mismos.

B: Tienes razón. Lo único de natural en la ética argumentativa es que revela la existencia del individuo. El concepto de derecho de propiedad es un mundo aparte.

A: Y se debe entender como tal. El libertarianismo corre el riesgo de caer enredado en ésta reducción antropológica y convertirse en algo fácilmente caricaturizable por distintas ciencias sociales que entiendan otra parte de la totalidad del individuo.
La ética argumentativa y los derechos “naturales” no están mal en sí, es más, me agradan9. Es importante, claro, que se entienda que estas teorías son construcciones en base a una parte de nuestra humanidad, no de toda. Al libertarianismo a veces le da medir todo con la regla del iusnaturalismo, colocándose la corona de lo “natural” y desde un trono inventado ir clasificando lo bueno y lo malo. Esto es un error que el libertarianismo tiene que superar si quiere progresar y expandirse.

Habían cruzado todo el muelle. Los dos esclavos, un poco cansados de la conversación, decidieron comprar unas cervezas y continuar planeando una forma de escapar de su prisión.



*Recomiendo revisar los comentarios al final de este post. 






La ética argumentativa forma parte del libro The Economics and Ethics of Private Property de Hans Herman Hoppe



1. Este acercamiento a la ética argumentativa, totalmente válido, se puede ver en el ensayo de “ArgumentationEthics and The Philosophy of Freedom” de Frank van Dun en el que defiende a la ética argumentativa de las críticas de Robert Murphy, Gene Callahan y David Friedman.

2. “Además, sería igualmente imposible mantener una argumentación en el tiempo, y basarse en la fuerza de los argumentos de uno mismo, si uno no estuviera permitido de apropiarse los medios escasos que están cerca de uno mediante una acción de apropiación originaria, es decir de ponerlos en uso antes que el resto los tome. Y si tales medios, y los derechos de control exclusivo sobre ellos no estuvieran definidos en términos objetivos y físicos -si nadie tuviera el derecho a controlar algo excepto su propio cuerpo, entonces todos dejaríamos de existir y los problemas de justificar nuestras normas -así como todos los otros problemas humanos- simplemente no existirían. Entonces, en virtud del hecho de estar vivos, los derechos de propiedad sobre las cosas deben ser pre-supuestos como válidos también. Nadie que está vivo podría argumentar lo opuesto.” Traducido por Dante Bayona: Ética de la argumentación: La justificación máximade la propiedad privada. Anarquista 101.

3. “Ninguno de nosotros, o nuestros abuelos o nuestros hijos, podríamos, hubieran podido o podrían, sobrevivir si alguien siguiera esta regla. Pero para que una persona -en el pasado, presente o futuro- pueda argumentar algo debe ser posible sobrevivir antes y ahora. Para hacer justicia, estos derechos de propiedad no pueden ser considerados sin referencia al tiempo, y tampoco pueden estar referidos a un número no específico de personas.” Traducido por Dante Bayona: Ética de la argumentación: La justificación máxima de la propiedad privada. Anarquista 101.

4. La apropiación original en un 100% no puede ser defendida desde la ética argumentativa puesto que el parámetro que usa para sustentar ésta apropiación original es la existencia y la supervivencia. El señor Frank van Dun en su ensayo, intenta refutar una crítica similar a la presentada en éste texto, sin embargo parte para su defensa de la existencia de los derechos naturales. Lo cual vuelve a la defensa inválida puesto que la ética argumentativa supuestamente, para justificar los derechos naturales, no debe “necesitarlos” como eslabón de soporte sino que debe defenderlos sin partir de ellos de ninguna manera.

5. Cualquier defensa de la racionalidad implica comprender argumentaciones irracionales o cortas de visión como contradictorias. Cualquier defensa de “una variedad de verdades” frente a las cuales no se puede argumentar por su comprendida idiosincrasia, implica caer en el total relativismo.

6. Si ésto no fuera cierto, dos esclavos no pudieran argumentar (dibujando un abismo entre la posesión y la propiedad). No hay como refutar lo anterior sin aludir a los derechos naturales.

7. “Por el hecho de estar vivos y de formular proposiciones, entonces, uno demuestra que cualquier ética excepto la ética libertaria de propiedad privada es inválida. Porque si no fuese así y los últimos en llegar pudieran tener reclamos legítimos sobre las cosas o si las cosas poseídas fuesen definidas en términos subjetivos, nadie podría sobrevivir como una unidad de toma de decisiones físicamente independiente en un punto dado del tiempo, y por tanto nunca nadie podría preguntarse sobre la validez de una proposición.” Traducido por Dante Bayona: Ética de la argumentación: La justificación máxima de la propiedad privada. Anarquista 101.

8. “Uno nunca podría proponer nada, a menos que existieran derechos de propiedad previamente a cualquier resultado.” Traducido por Dante Bayona: Ética de la argumentación: La justificación máxima de la propiedad privada. Anarquista 101.

9. Como propuestas éticas, dejando a un lado su pretensión de naturalidad.


domingo, 5 de febrero de 2012

Corto. Mencken y la Democracia


Esta es una cita de H.L. Mencken, extraída de este artículo de H. H. Hoppe:

“Los políticos,” dice con su agudeza típica, “nunca o rara vez logran [el cargo público] por mérito solamente, por lo menos en estados democráticos. A veces, claro está, sucede, pero sólo por un milagro especial. Normalmente son escogidos por razones bastante diferentes, la principal de las cuales es simplemente su poder de impresionar y hechizar a los marginados intelectuales…. ¿Acaso alguno de ellos se aventura a decir la verdad simple, toda la verdad y nada más que la verdad acerca de la situación del país, sea éste extranjero o doméstico?
¿Se abstendrá de hacer promesas que sabe que no puede cumplir –que ningún humano podría cumplir? ¿Pronunciará una palabra, por obvia que sea, que alarme o enajene a cualquiera de la inmensa mayoría de imbéciles que se arracimen en la coyuntura pública, revolcándose en la papilla cada vez más y más delgada, esperando que llegue lo que no ha de llegar? Respuesta: puede ser cierto, pero sólo por unas pocas semanas al comienzo….
Pero nunca después de que el asunto se haya debatido suficientemente, y la lucha esté en su punto álgido…. Prometerán a cada hombre, mujer y niño en el país, cualquier cosa que quieran oír. Recorrerán los campos en busca de oportunidades de hacer rico al pobre, de remediar lo irremediable, de asistir al que ya ni siquiera necesita socorro, de descifrar lo indescifrable, de desinflamar lo ininflamable. Todos estarán curando verrugas con palabras mágicas y saldando la deuda pública con dinero que nadie tendrá que ganar. Cuándo uno de ellos demuestra que dos veces dos son cinco, otro demostrará que son seis, seis y una mitad, diez, veinte, N. Para abreviar, se despojarán de su carácter de hombres sensatos, sinceros y veraces, y se convertirán simplemente en candidatos para el oficio, centrados solamente en arrinconar votos. Todos sabrán en ese entonces, suponiendo que algunos aún no lo sepan, que los votos se obtienen en la democracia, no con palabras coherentes y juiciosas sino diciendo tonterías, y se aplicarán al trabajo con entusiasmo, cantando y bailando. La mayoría, antes que el alboroto termine, ya estarán realmente convencidos. El ganador será quien haga la mayor cantidad de promesas con la menor posibilidad de cumplir”.