domingo, 10 de abril de 2011

¿Los 23 mitos del capitalismo?



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Ha-Joon Chang, celebre en el Ecuador por haber venido a apoyar la tesis de que un TLC con los EEUU era malo por todos lados (en realidad era malo por un par de lados pero un paso en la dirección correcta por muchos más) hace 4 años. En su libro "Kicking the ladder" argumenta que los países ya desarrollados utilizaron el proteccionismo comercial para fortalecer su base industrial interna y luego, sólo luego, se abrieron parcialmente al mundo; sin embargo estos mismos países tienen un discurso librecambista (término tradicional para describir la preferencia por el libre comercio) hacia el resto porque quieren que nos abramos a ellos sin pasar por dicha etapa -supuestamente- fortalecedora. En otro momento analizamos las confusas críticas de autores afines e inspirados por Chang al concepto de libre comercio. Esta vez nos ocuparemos de su reciente libro "23 things they don't tell you about capitalism" a través del undecálogo que se nos ofrece aquí como "La Verdad de los Mitos" y el video a continuación. En un próximo post podriamos analizar el libro con más detenimiento si empieza a ganar influencia en el Ecuador. El método utilizado será el del fisking, es decir comentar luego de cada porción de texto del autor al que estamos analizando, en este caso después de cada item del undecálogo.

La Verdad de los Mitos, según Ha-Joon Chang

1.- No existe tal cosa como un mercado libre.

Comentario: Para empezar, debemos decir que el libro debería llamarse "23 mitos de las corrientes neoclásica y keynesiana" pues versa sobre las concepciones semi-verdaderas que afortunadamente los liberales clásicos y economistas de la Escuela Austriaca, no han promulgado nunca.

El autor cree que descubrió algo importante cuando dice que "la definición de un mercado libre, es política" porque no se permite a los niños trabajar en fábricas. En realidad los niños no dejan de ser libres porque tengan tutores legales que les provean de los básico para existir. Sin embargo hay culturas en las cuales se considera un niño a alguien de 20 años y no se le permite entrar a cines "para adultos" o comprar licor. Hay otras en que a los 10 años, ya se ayuda a los padres en el campo o como aprendiz en una profesión liberal. La adultez, entonces, es un concepto cultural y político, ciertamente. Pero lo acertado o erróneo de esos límites (arbitrarios) para trabajar, Como Chang mismo señala, el trabajo infantil se reguló al principio limitando el trabajo de aquellos entre los 10 y los 16 años a sólo 12 horas diarias. A Chang esto le parece gracioso o demoledor, pero la verdad es que toda la humanidad: niños, mujeres, ancianos y hombres, trabajaron 16 horas diarias todos los días de la semana durante 5.000 siglos como algo pefectamente normal dada la pobreza connatural a la humanidad.

Chang dice que los defensores del mercado quieren mantener la política fuera de la Economía y que la posición pro-libre mercado no es política. Este es un ejemplo de algo que sí, en efecto dicen los economistas neoclásicos, pero ni de lejos diría un libertario o un austriaco. Para estos, los derechos individuales y por ende, de propiedad, son políticos esencialmente. El libre mercado es entonces no la abstracción frente al ámbito político sino su manifestación más plena cuando priman los derechos individuales (término político de principio a fin). Baste decir que lo crucial es distinguir entre barreras de entrada político-legales a un mercado y barreras naturales. Los mercados libres sí existen, pero no se caracterizan por estar libres de realidad, sino libres de impedimentos para ingresar a ellos. Es decir, hay muy pocos: la mayoría están estatalmente regulados.

2.- La máquina de lavar transformó más el mundo que el internet.

Comentario: Lo correcto sería decir que la máquina de lavar ya transformó más el mundo que el internet. Concuerdo con Chang en que la idea de una economía post-industrial y basada en la informacion está inflada y ciertamente la idea de que ya no aplican "las viejas reglas del juego" es simplemente errada. Sin embargo Chang parece desconocer que la información hace posibles intercambios de ideas y bienes que antes eran simplemente imposibles.

3.- El libremercado raramente hace rico al pobre.

Comentario: Falso. El libremercado hace rico al pobre más que relativamente más rico al rico. Citemos a Frederic Bastiat, el gran divulgador económico francés del s.XIX cuando dice "En la guerra, el fuerte se impone al débil; en los negocios, el fuerte imparte fortaleza al débil" para referirse al principio de pirámide de habilidades. En un mercado auténticamente libre, la doble desigualdad de valoraciones (que cada parte prefiera más lo que la otra tiene que ofrecerle) sumada al principio de ventajas comparativas, nos explica cómo el pobre se beneficia más del rico que al revés. Cuando un fontanero o cerrajero compra un teléfono celular Nokia, se beneficia de decenas de millones de dólares de investigación, desarrollo, fabricación y distribución de un excelente producto por unas pocas decenas de dólares. Y además, la Nokia crea trabajos mejores que los que existirían en su ausencia. Por otro lado es más fácil que una máquina reemplace a un pobre que a un rico, por decirlo de forma completamente brusca. Es decir que el trabajo fabril o la manufactura ligera pueden ser reemplazados vía automatización: pero el aporte del capitalista al arriesgar y crear empleos (ingresos estables) no, como ya demostró la historia de la URSS y China hasta los 80's. Ese es el problema de quejarse de todo a la vez que enfrentan los zurdo-keynesianos criollos, seguidores de Chang: deploran la falta de fondos de los pobres para iniciar negocios pero a la vez deploran el rol de quienes sí tienen esos fondos y crean negocios.

4.- El capital no es transnacional: tiene nacionalidad

Comentario: es cierto, los capitales (en el sentido de fondos para invertir) no son una cosa neutra. Vienen atados de una cierta mentalidad comercial y sobre todo, de la protección (legítima o abusiva) del Estado del país de su titular. Por eso se juega tanto en la diplomacia, el lobbying y la amenaza militar cuando se trata de proteger inversiones en territorios extranjeros. Lo ideal sería que los países supieran respetar acuerdos, contratos e inversiones simplemente porque es lo correcto y les conviene en el mediano plazo, pero no es así y por eso los capitales tienden a ampararse bajo el ala protectora de algún Estado con suficiente músculo político en el territorio elegido para la inversión.

5.- No vivimos en una era postindustrial.

Comentario: Cierto. Aunque las economías hayan evolucionado hacia los servicios (artes, medicina, informática) la base industrial es la que permite alimentar, vestir, dotar de camas, refrigeradores y automóviles a la gente. Lamentablemente, como señala Chang, hay economistas que pretenden que ya no vivimos de la tierra: pero siempre hemos vivido de ella, sólo que ahora usamos tractores e irrigación automática en vez de 8/10 de la población nacional.

6.- EEUU no tiene el más alto nivel de vida del mundo.

Comentario: Cierto. EEUU tiene la mayor producción gracias -lo lamento Chang- a ser un área de libre comercio entre 50 países (estados) y a ser un territorio al menos parcialmente protector de los derechos de propiedad, por lo cual ciertamente está en el top 10. Pero el nivel de vida no sólo es el output material, sino también el acceso a servicios (transporte público, recreación, turismo interno) que tienen mucho que ver con condiciones históricas que los EEUU no tienen (nunca serán tan bellos como Italia, refinados como Francia, etc). En realidad Japón, que lamentablemente va casi 20 años de estancamiento por seguir recetas como las que Ha-Joon Chang precisamente promulga, sería ahora el país con el mayor output material disponible por habitante. El resto ya depende de lo que haga la sociedad civil con su riqueza: catedrales, McDonald's o casa de videojuegos.

7.- La educación por sí misma no garantiza la riqueza de una nación.

Comentario: Completamente cierto. Es el proceso de desarrollo el que genera más demanda de gente educada y hábil técnicamente y no al revés. El que la educación sea garantía de desarrollo es un mito mil veces repetido pero desmentido por países como Argentina y Cuba, muy educados y nada ricos. Es la fijación de los economistas neoclásicos y keynesianos la que apunta a que el capital humano "lo es todo". Pero no, seguimos necesitando máquinas y robots, ese sí es el capital que cuenta decisivamente.

8.- A pesar de la caída del comunismo somos sociedades planificadas.

Comentario: Eso es cierto y falso a la vez. Si Chang entendiera el problema de la coordinación social que sólo los precios resuelven (Mises), el problema del conocimiento tácito que hace que sea imposible transmitir información decisiva y del ancho de control (Polanyi), vería que es imposible planear. Pero también es cierto que los Estados siguen intentandolo. Por eso mismo tenemos recesiones y depresiones como la actual en EEUU: el gobierno quiso diseñar un boom de la vivienda y están pagando la cuenta ahora. Entonces es cierto que los Estados siguen intentando planificar; sigue siendo cierto que no es posible y terminan haciendo mucho daño.

9.- La igualdad de oportunidades es desigual.

Comentario: Ningún liberal clásico o economista austriaco habla de igualdad de oportunidades pues se reconoce que la desigualdad de talentos y talantes es connatural al ser humano. Ningún volumen de gasto en educación, nutrición infantil o dádivas estatales cambiará eso. La única igualdad no sólo posible sino justa de buscar, es la igualdad ante la ley. Es bastante lejana y dificil de realizar en la práctica (que un juez juzque igual a gente de distintas razas, posiciones sociales, géneros, etc) como para agregarle metas imposibles como la "igualdad de oportunidades".

10.- Los mercados financieros tienen que ser menos y no más eficientes.

Comentario: Chang culpa aquí al dinamismo de los mercados globalizados (aunque menciona correctamente que el mundo estaba más globalizado en 1910's que en el 2010) por las crisis asiáticas, latinoamericanas y estadounidense con sus fugas de capitales, quiebras, etc. Le parece, en clara clave zurdo-keynesiana, que las inversiones deben quedarse más. El problema es que los capitales vuelan por culpa del populismo, la inflación (que Chang favorece) y las crisis financieras se deben a la ausencia de dinero real (en vez de fiat, como el dólar o el euro) y unas reglas clásicas para la banca (que incluyen, claro, abolir los bancos centrales). De ese modo, los capitales -por "golondrina" que sean- tendrán ganas de quedarse ya no de visita sino a reproducirse de forma más rentable.

11.- La gente en los países ricos es menos emprendedora que en los países pobres.

Comentario: Esto es completamente cierto. Mientras más empresas de talla mundial hay en un país, más empleos de alta calidad hay y por ende menos necesidad de emprender por cuenta propia. Hace 400 años era imprescindible emprender (salir a vender a la feria el domingo, por ejemplo) pero ahora es posible obtener un ingreso relativamente estable en una buena empresa. Ciertamente un avance que ha hecho posible la aparición de las clases medias en el mundo.

En resumen, el libro de Chang promete estar cargado de manera mixta: muchas falacias, muchas desmitificaciones de mitos que sólo el mainstream neoclásico/keynesiano de la Economía sostienen y un par de perlas buenas.

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